Nació en 1895. Cuando tenía 14 años, Annie Besant, presidenta de la sociedad Teosófica (organización con la misión de estudiar la antigua sabiduría y la exploración de los misterios de la naturaleza, y los poderes latentes del hombre), lo proclamo el próximo instructor del mundo. En 1911, se formó una nueva organización mundial, con Krishnamurti como jefe de la misma.
En 1929, después de muchos años de cuestionarse a sí mismo y de cuestionar el destino que le habían impuesto, J. Krishnamurti disolvió esta organización diciendo: "La verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta [...]. Mi único interés es hacer que los hombres sean absolutamente, incondiconalmente libres."
Hasta el fin de su vida, a la edad de 90 años, K. viajó por el mundo hablando como una persona privada. Sus conversaciones y escritos ponen el acento en las barreras psicológicas que impiden la claridad de percepción.
Krishnamurti recibía a la gente que se acercaba a él y escuchaba sus preguntas. Su postura de negación de la autoridad espiritual o gurú como centro conductor de la búsqueda religiosa y como intermediario entre el buscador de la verdad y la realidad misma, lanzaba toda la responsabilidad sobre el propio buscador. Solía decirles a quienes lo visitaban: "Lo real está cerca, uno no tiene que buscarlo. La verdad está en lo que es y esa es su belleza." Sus conversaciones y escritos ponen el acento en las barreras psicológicas que impiden la claridad de percepción.
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