domingo, 30 de marzo de 2008

para que

Reconozco que Iker Jiménez y su noche del misterio (siempre por la radio) crean una atmosfera en la noche que me mola.

Mucho.

Unas de esas noches en las que la habitación se hace más oscura que de costumbre me encontré con una joya.


Alberto Granados, siempre relacionado con el programa (es el productor), tenía una nueva sección, mente positiva. Este día, el diálogo versaba sobre la importancia de responder ciertas preguntas. El "por que" solemos tenerlo claro pero que pasa con el "para que"


A continuación transcribo la conversación radiofónica, aunque aquí dejo el enlace para su posible escucha.


Iker Jiménez: Bueno Alberto a ver, inventa un ejemplo de esto que nos comentas.
[...]
Alberto Granados: Piensa en algo que desees mucho.
Carmen Porter: Por ejemplo (a modo de respuesta rápida), un bolso muy bonito.
AG: ¿Para que quieres ese bolso?
CP: Para llevarlo en mis investigaciones y salir mejor cuando me hagan fotografías asociadas a ese trabajo.
AG: ¿Y para qué quieres salir mejor cuando te hagan esas fotografías?
CP: Para que mi trabajo se vea mejor al estar adjunta esa fotografía en un libro, una revista o incluso en la televisión, donde se vaya a publicar.

[...]
AG: Seguiríamos preguntándonos "para qué", hasta que al final (dice Alberto Granados) inevitablemente la respuesta se acerque mucho a “para ser más feliz”.
[...]
IJ: Se llegaría a una especie de respuesta base.
AG: Exacto, después de muchos “para qué”, se llegaría a esa respuesta base: “para ser feliz”. Y en ese juego (puntualiza Alberto), a veces, nos damos cuenta de que aquello que deseamos realmente no nos va a dar la felicidad. Podemos ser felices sin eso.
IK: O sea que sería un poco, como desandar el camino de preguntas y respuestas, y llegar a distintas conclusiones, incluso a que no necesito ese objeto para alcanzar la felicidad.



Hace ya algún tiempo que no oigo a Alberto Granados en la noche del misterio. Aunque varias de sus participaciones pueden oírse todavía en este enlace.

Discurso de Steve Jobs

Este es uno de los mejores discursos que he escuchado. Lo dio Steve Jobs, padre de Apple, en una graduación de Stanford hace un par de años. Me resulta especialmente interesante que un gurú en el área empresarial difunda unos valores cargados de espiritualidad.

A parte de estar lleno de motivación me quedo con la lucha frente a las adversidades, el tener claro tu objetivo y sobretodo dejarte llevar por las casualidades y por tu esencia. Sigue la voz que hay dentro de ti. Confía en el destino.

"No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior. Y lo más importante, tened el coraje de seguir a vuestro corazón y vuestra intuición."

Merece la pena ver los videos...











Tengo el honor de estar hoy aquí con vosotros en vuestra iniciación en una de las mejores universidades del mundo. Nunca me gradué. A decir verdad, esto es lo más cerca que jamás he estado de una graduación universitaria. Hoy os quiero contar tres historias de mi vida. Nada especial. Sólo tres historias.

La primera historia versa sobre cómo se conectan los puntos.

Dejé Reed College después de los seis primeros meses, pero después seguí por allí por libre otros 18 meses, más o menos, antes de dejarlo de veras. Entonces, ¿por qué lo dejé?

Comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era una titulada universitaria joven y soltera, y decidió darme en adopción. Ella tenía muy claro que quienes me adoptaran tendrían que ser titulados universitarios, de modo que todo se preparó para que fuese adoptado al nacer por un abogado y su mujer. Solo que cuando aparecí decidieron en el último momento que lo que de verdad querían era una niña. Así que mis padres, que estaban en lista de espera, recibieron una llamada a media noche preguntando: “Tenemos un niño no esperado; ¿lo queréis?” “Por supuesto”, dijeron. Mi madre biológica se enteró de que mi madre no tenía titulación universitaria, y que mi padre ni siquiera había terminado el bachillerato, así que se negó a firmar los documentos de adopción. Sólo cedió, meses más tarde, cuando mis padres prometieron que algún día iría a la universidad.

Y 17 años más tarde realmente fui a la universidad. Pero de forma descuidada elegí una universidad que era casi tan cara como Stanford, y todos los ahorros de mis padres de clase trabajadora los estaba gastando en mi matrícula. Después de seis meses, no le veía propósito alguno. No tenía idea de qué quería hacer con mi vida, y menos aún de cómo la universidad me iba a ayudar a averiguarlo. Y me estaba gastando todos los ahorros que mis padres habían conseguido a lo largo de su vida. Así que decidí dejarlo, y confiar en que las cosas saldrían bien. En su momento me dio miedo, pero en retrospectiva fue una de las mejores decisiones que nunca haya tomado. En el momento en que lo dejé, ya no fui más a las clases obligatorias que no me interesaban, y comencé a meterme en las que parecían interesantes.

No era idílico. No tenía dormitorio, así que dormía en el suelo de las habitaciones de mis amigos, devolvía botellas de Coca Cola por los 5 céntimos del depósito para conseguir dinero para comer, y caminaba más de 10 Km los domingos por la noche para comer bien una vez por semana en el templo de los Hare Krishna. Me encantaba. Y muchas cosas con las que me fui topando al seguir mi curiosidad e intuición resultaron no tener precio más adelante.

Os daré un ejemplo: en aquella época el Reed College ofrecía la que quizá fuese la mejor formación en caligrafía del país. En todas partes del campus, todos los póster, todas las etiquetas de todos los cajones, estaban bellamente caligrafiadas a mano. Como ya no estaba matriculado y no tenía clases obligatorias, decidí atender al curso de caligrafía para aprender cómo se hacía. Aprendí cosas sobre el serif y tipografías sans serif, sobre los espacios variables entre combinaciones de letras, sobre qué hace realmente grande a una gran tipografía. Era sutilmente bello, histórica y artísticamente, de una forma que la ciencia no puede capturar, y lo encontré fascinante.

Nada de esto tenía ni la más mínima esperanza de aplicación práctica en mi vida. Pero diez años más tarde, cuando estábamos diseñando el primer ordenador Macintosh, volvió a mí. Y diseñamos el Mac con todo dentro. Fue el primer ordenador con tipografías bellas. Si nunca me hubiera dejado caer por aquél curso concreto en la universidad, el Mac jamás habría tenido múltiples tipografías, ni tipos con espaciado proporcional. Y como Windows no hizo más que copiar el Mac, es probable que ningún ordenador personal los tuviera. Si nunca hubiera decidido dejarlo, no habría entrado en esa clase de caligrafía, y los ordenadores personales no tendrían la maravillosa tipografía que poseen. Por supuesto que era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en clase. Pero era muy, muy claro al mirar atrás diez años más tarde.

Otra vez: no se pueden conectar los puntos hacia adelante, sólo puedes hacerlo hacia atrás. Así que tenéis que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo — tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea. Esta forma de actuar nunca me ha dejado tirado, y ha marcado la diferencia en mi vida.

Mi segunda historia es sobre el amor y la pérdida.

Tuve suerte — supe pronto en mi vida qué era lo que más deseaba hacer. Woz y yo creamos Apple en la cochera de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos mucho, y en diez años Apple creció de ser sólo nosotros dos a ser una compañía valorada en 2 mil millones de dólares y 4.000 empleados. Hacía justo un año que habíamos lanzado nuestra mejor creación — el Macintosh — un año antes, y hacía poco que había cumplido los 30. Y me despidieron. ¿Cómo te pueden echar de la empresa que tú has creado? Bueno, mientras Apple crecía contratamos a alguien que yo creía muy capacitado para llevar la compañía junto a mí, y durante el primer año, más o menos, las cosas fueron bien. Pero luego nuestra perspectiva del futuro comenzó a divergir, y finalmente nos apartamos completamente. Cuando eso pasó, nuestra Junta Directiva se puso de su parte. Así que a los 30 estaba fuera. Y de forma muy notoria. Lo que había sido el centro de toda mi vida adulta se había ido, y fue devastador.

Realmente no supe qué hacer durante algunos meses. Sentía que había dado de lado a la anterior generación de emprendedores – que había soltado el testigo en el momento en que me lo pasaban. Me reuní con David Packard [de Hewlett Packard] y Bob Noyce [inventor del circuito integrado, Intel], e intenté disculparme por haberla fastidiado tanto. Fue un fracaso muy notorio, e incluso pensé en huir del valle [Silicon Valley]. Pero algo comenzó a abrirse paso en mí — aún amaba lo que hacía. El resultado de los acontecimientos en Apple no había cambiado eso ni un ápice. Había sido rechazado, pero aún estaba enamorado. Así que decidí comenzar de nuevo.

No lo vi así entonces, pero resultó ser que el que me echaran de Apple fue lo mejor que jamás me pudo haber pasado. Había cambiado el peso del éxito por la ligereza de ser de nuevo un principiante, menos seguro de las cosas. Me liberó para entrar en uno de los periodos más creativos de mi vida.

Durante los siguientes cinco años, creé una empresa llamada NeXT, otra llamada Pixar, y me enamoré de una mujer asombrosa que se convertiría después en mi esposa. Pixar llegó a crear el primer largometraje animado por ordenador, Toy Story, y es ahora el estudio de animación más exitoso del mundo. En un notable giro de los acontecimientos, Apple compró NeXT, regresé a Apple, y la tecnología que desarrollamos en NeXT es el corazón del actual renacimiento de Apple. Y Laurene y yo tenemos una maravillosa familia.

Estoy bastante seguro de que nada de esto habría ocurrido si no me hubieran echado de Apple. Creo que fue una medicina horrible, pero supongo que el paciente la necesitaba. A veces, la vida te da en la cabeza con un ladrillo. No perdáis la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me mantuvo en marcha fue mi amor por lo que hacía. Tenéis que encontrar qué es lo que amáis. Y esto vale tanto para vuestro trabajo como para vuestros amantes. El trabajo va a llenar gran parte de vuestra vida, y la única forma de estar realmente satisfecho es hacer lo que consideráis un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que hacéis. Si aún no lo habéis encontrado, seguid buscando. No os conforméis. Como en todo lo que tiene que ver con el corazón, lo sabréis cuando lo hayáis encontrado. Y como en todas las relaciones geniales, las cosas mejoran y mejoran según pasan los años. Así que seguid buscando hasta que lo encontréis. No os conforméis.

Mi tercera historia es sobre la muerte.

Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo como: “Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón”. Me marcó, y desde entonces, durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en el espejo y me he preguntado: “Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?” Y si la respuesta era “No” durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo.

Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque prácticamente todo — las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso — se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir al corazón.

Hace casi un año me diagnosticaron cáncer. Me hicieron un barrido a las 7:30 de la mañana, y mostraba claramente un tumor en el páncreas. Ni siquiera sabía qué era el páncreas. Los médicos me dijeron que era prácticamente seguro un tipo de cáncer incurable, y que mi esperanza de vida sería de tres a seis meses. Mi médico me aconsejó que me fuese a casa y dejara zanjados mis asuntos, forma médica de decir prepárate a morir. Significa intentar decirle a tus hijos todo lo que ibas a contarles en los próximos diez años en unos pocos meses. Significa asegurarte de que todo queda atado y bien atado, para que sea tan fácil como sea posible para tu familia. Significa decir adiós.

Viví todo un día con ese diagnóstico. Luego, a última hora de la tarde, me hicieron una biopsia, metiéndome un endoscopio por la garganta, a través del estómago y el duodeno, pincharon el páncreas con una aguja para obtener algunas células del tumor. Yo estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me dijo que cuando vieron las células al microscopio los médicos comenzaron a llorar porque resultó ser una forma muy rara de cáncer pancreático que se puede curar con cirugía. Me operaron, y ahora estoy bien.

Esto es lo más cerca que he estado de la muerte, y espero que sea lo más cerca que esté de ella durante algunas décadas más. Habiendo vivido esto, ahora os puedo decir esto con más certeza que cuando la muerte era un concepto útil, pero puramente intelectual:

Nadie quiere morir. Ni siquiera la gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así tiene que ser, porque la Muerte es posiblemente el mejor invento de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Retira lo viejo para hacer sitio a lo nuevo. Ahora mismo lo nuevo sois vosotros, pero dentro de no demasiado tiempo, de forma gradual, os iréis convirtiendo en lo viejo, y seréis apartados. Siento ser tan dramático, pero es bastante cierto.

Vuestro tiempo es limitado, así que no lo gastéis viviendo la vida de otro. No os dejéis atrapar por el dogma — que es vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior. Y lo más importante, tened el coraje de seguir a vuestro corazón y vuestra intuición. De algún modo ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser. Todo lo demás es secundario.

Cuando era joven, había una publicación asombrosa llamada The Whole Earth Catalog [Catálogo de toda la Tierra], una de las biblias de mi generación. La creó un tipo llamado Stewart Brand no lejos de aquí, en Meno Park, y la trajo a la vida con su toque poético. Eran los últimos años 60, antes de los ordenadores personales y la autoedición, así que se hacía con máquinas de escribir, tijeras, y cámaras Polaroid. Era como Google con tapas de cartulina, 35 años de que llegara Google: era idealista, y rebosaba de herramientas claras y grandes conceptos.

Stewart y su equipo sacaron varios números del The Whole Earth Catalog, y cuando llegó su momento, sacaron un último número. Fue a mediados de los 70, y yo tenía vuestra edad. En la contraportada de su último número había una fotografía de una carretera por el campo a primera hora de la mañana, la clase de carretera en la que podrías encontrarte haciendo autoestop si fueseis así de aventureros. Bajo ella estaban las palabras: “Sigue hambriento. Sigue insensato". Era su último mensaje de despedida. Sigue hambriento. Sigue insensato. Y siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando os graduáis para comenzar de nuevo, os deseo eso.

Seguid hambrientos. Seguid insensatos.

jueves, 27 de marzo de 2008

El despertador ideal



Uno de los temas que más me interesan son los los sueños y sus ciclos.
Muchas veces nos despertamos habiendo dormido seis horas y estamos mucho más frescos que cuando lo hacemos las ocho horas “reglamentarias”.
Esto se debe a que el momento en el que nos despertamos coincide con el final de un ciclo. Cada ciclo del sueño dura aproximadamente una hora y media y por el se pasan por cinco etapas desde las fases de sueño profundo a la de REM, que es en la que soñamos realmente.

Siempre me he preguntado por qué nadie inventa un despertador que sea capaz de monitorizarte al dormir y que te despierte en el momento oportuno dentro de un margen que tú estimes oportuno.
La respuesta es que para conseguir esto es necesario el tenerte conectado a un electroencefalograma lo cual no es muy cómodo para dormir…

Sin embargo en el mercado se pueden encontrar opciones, no tan eficaces pero si útiles.
Lo más cercano que he encontrado es este modelo de axbo y este de sleeptracker. En sus respectivas páginas no hacen mención del funcionamiento de los mismos pero investigando en foros parece ser que lo que tienen es un sensor de movimiento que detecta el final de ciclo (es el momento del sueño en el que más nos movemos.)
Por otro lado me parecen muy interesantes los despertadores con luz que funcionan básicamente encendiendo una lámpara cada vez con mayor intensidad simulando el amanecer. La luz te hace ir saliendo desde las etapas de sueño más profundas a las más superficiales. También se puede activar la alarma tradicional aunque dicen que con el uso te acabas acostumbrando a despertarte solamente con su luz. Este tipo de productos son los más naturales porque en la naturaleza todos los animales se despiertan gracias a la luz, los sonidos básicamente son señales de alarma y peligro.
Por último, en tono chistoso, destacar este último modelo que, aunque es bastante macabro, es muy funcional. El funcionamiento es básico. Está conectado vía wifi a tu banca electrónica y cada vez que pulsas el snooze hace una transferencia a la entidad/persona que tú elijas. Es decir que si no te levantas va ejecutando “donaciones” a la cuenta corriente del ente que más manía tengas. Se recomienda elegir como cuenta benefactora la de tu partido político más repudiado o tu equipo de futbol rival.
Ya no saben que inventar...

viernes, 21 de marzo de 2008

Las siete leyes espirituales del éxito

El éxito en la vida podría definirse como el crecimiento continuo de la felicidad y la realiza­ción progresiva de unas metas dignas [...]

Asi comienza el libro de Deepak Chopra "Las siete leyes espirituales del éxito". Lo he leido varias veces (es fácil conseguirlo por el clásico método mula) y me parece interesante recomendarlo. Aqui va un pequeño resumen...

1. Ley de la potencialidad pura.

Se basa en el hecho de que, en nuestro estado esencial, somos conciencia pura. La conciencia pura es potencialidad pura; es el campo de todas las posibilidades y de la creati­vidad infinita. La conciencia pura es nuestra esen­cia espiritual. Siendo infinita e ilimitada, también es felicidad pura. Otros atributos de la conciencia son el conocimiento puro, el silencio infinito, el equilibrio perfecto, la invencibilidad, la simplicidad y la dicha. Ésa es nuestra naturaleza esencial; una naturaleza de potencialidad pura.

Una manera de tener acceso al campo de la po­tencialidad pura es por medio de la práctica dia­ria del silencio, de la meditación y del hábito de no juzgar.

Una vez que logremos este acceso, podremos agregar un cuar­to componente a esta práctica: pasar regularmente un tiempo en contacto directo con la naturaleza. Pasar un tiempo con la naturaleza nos permitirá sentir la interacción armoniosa de todos los ele­mentos y las fuerzas de la vida, y experimentar un sentimiento de unidad con todas las cosas de la vida.

2. La ley del dar.

Nada es estático. Nuestro cuerpo está en intercambio dinámico y constan­te con el cuerpo del universo; nuestra mente man­tiene una interacción dinámica con la mente del cosmos; nuestra energía es una expresión de la energía del cosmos.

El flujo de la vida no es otra cosa que la interacción armoniosa de todos los elementos y las fuerzas que estructuran el campo de la existencia.

Al dar y al recibir, lo más importante es la in­tención. La intención debe ser siempre crear feli­cidad para quien da y para quien recibe, porque la felicidad sostiene y sustenta la vida y, por tan­to, genera abundancia. La retribución es directa­mente proporcional a lo que se da, cuando el acto es incondicional y sale del corazón.

La mejor manera de poner a funcionar la ley del dar, de iniciar todo el proceso de circula­ción, es tomando la decisión de que cada vez que entremos en contacto con una persona, le daremos algo. No es necesario que sean cosas ma­teriales.

3. La ley del "karma" o causa y efecto.

La mayoría de nosotros, como consecuencia del condicionamiento, respondemos de manera repetitiva y predecible a los estímulos de nuestro medio ambiente. Al parecer, nuestras reacciones son provocadas automáticamente por las perso­nas y por las circunstancias, y así olvidamos que esas reacciones son opciones que escogemos en cada momento de nuestra existencia. Sucede simplemente que escogemos esas opciones incons­cientemente.

Cuando hagamos una elección - cualquier elección - hagámonos dos preguntas. En primer lugar: "¿Cuáles son las consecuencias de escoger este camino?" El corazón nos lo dirá inmediata­mente. Y en segundo lugar: "¿Traerá esta decisión que estoy tomando felicidad para mí y para quie­nes me rodean?" Si la respuesta es afirmativa, si­gamos adelante.

4. La ley del mínimo esfuerzo.

Esta ley se basa en el hecho de que la inteligencia de la naturaleza funciona con toda facilidad y despreocupación. Ése es el principio de la menor acción, de la no resisten­cia.

La ley del menor esfuerzo tiene tres componen­tes, tres cosas que podemos hacer para poner en funcionamiento este principio de "hacer me­nos para lograr más":

El primer componenete es la aceptación. "Hoy aceptaré a las perso­nas, las situaciones, las circunstancias y los hechos tal como se presenten".
El segundo componente es la responsabilidad. Una vez aceptado un suce­so, un problema o una circunstancia, responsabi­lidad significa la capacidad de tener una respues­ta creativa a la situación tal como es en este momento. En todos los problemas hay un princi­pio de oportunidad, y esta conciencia nos per­mite aprovechar el momento y transformarlo en una situación o una cosa mejor.
El tercer componente es asumir una actitud no defensiva, lo que significa que nuestra conciencia abandona su actitud defensiva y nosotros renunciamos a la ne­cesidad de convencer o persuadir a los demás de que nuestro punto de vista es el correcto.

5. La ley de la intención y el deseo.

Cualquier cosa a la cual prestemos atención, crecerá con más fuerza en nuestra vida. Cualquier cosa a la cual dejemos de prestar atención, se marchitará, se desintegrará y desaparecerá. Por otro lado, la intención estimu­la la transformación de la energía y de la infor­mación. La intención organiza su propia realiza­ción.

Los cinco pasos para cumplir nuestros deseos:
1_Entrar en el espacio de conciencia pura.
2_Liberarnos de nuestras intenciones y deseos.
3_Permanecer en la conciencia de nuestro verdadero yo.
4_Renunciar al apego al resultado.
5_Dejar que el universo se encargue de los detalles.

6. La ley del desapego.

La ley del desapego no obstaculiza la ley de la intención y el deseo. Siem­pre tenemos la intención de avanzar en una de­terminada dirección, siempre tenemos una meta. Sin embargo, entre el punto A y el punto B hay un número infinito de posibilidades, y si la incer­tidumbre está presente, podremos cambiar de dirección en cualquier momento si encontramos un ideal superior o algo más emocionante. Al mis­mo tiempo, será menos probable que forcemos las soluciones de los problemas, lo cual hará posible que nos mantengamos atentos a las oportunida­des.

Cuando entendemos esta ley, no nos sentimos obligados a forzar las soluciones de los problemas.

7. La ley del "dharma" o propósito de la vida.

Tiene tres componentes:

El primero dice que cada uno de nosotros está aquí para descubrir su verdadero yo.
El segundo componente de la ley del dharma es la expresión de nuestro talento único. Todo ser humano tiene un talento único. Hay algo que podemos hacer mejor que cualquier otra persona en este planeta. Cuando expresamos ese talento nos introducimos en el estado de conciencia atemporal, fluiremos.
El tercer componente de la ley del dharma es el servicio a la humanidad. ¿Cómo puedo ayudar?

Esta ley conlleva tres compromisos:
Buscar nuestro yo superior, descubrir nuestro único talento, expresarlo y en consecuencia disfrutar de la vida y responder a la pregunta de que manera podemos ayudar a los demás seres humanos.


Lo mejor de este libro es que clarifica algunos conceptos e ideas que uno no es capaz de sintetizar aunque este cercano a ellas.
Es agradable y nada pesado leer el texto entero, son unas 25 páginas... de todas formas aqui dejo otro texto referente al señor
Chopra para tener más claro el contexto relativo al personaje.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Ultima clase antes de morir, “Una lección de vida”

Uno de los videos más enriquecedores que he visto jamás. Randy Pausch es un profesor de universidad americano diagnosticado de cáncer de páncreas terminal. A mediados de Septiembre impartió su última clase frente a un auditorio de 400 personas anunciando que iba a morir en unos meses. Tras haber sido tratado con todo tipo de radioterapia, quimioterapia e intervenciones le ha vuelto la enfermedad de forma letal. "Mi padre solía decir que si hay un elefante en la habitación, hay que presentarlo. Pues bien, si pueden ver mis radiografías, tengo 10 tumores en el páncreas” "Si no parezco tan deprimido como debería, discúlpenme que los desilusione"

Lo asombroso es la actitud de Randy, dando una lección de positivismo admirable. Afronta la muerte dando una de las mayores lecciones sobre la vida. Su última clase versa, no sobre la muerte, sino sobre como afrontar la vida y conseguir cumplir tus sueños. Como podréis ver el cumplió dos de sus sueños, experimentar la gravedad cero y ser diseñador de Disney. ”Los muros contra los que chocamos están ahí por una razón. No para disuadirnos, sino para darnos la oportunidad de demostrar cuánto queremos algo. Los muros están para detener a quienes no quieren algo lo suficiente”. Maravilloso.

"No sé cómo no divertirme. Me estoy muriendo y me voy a seguir divirtiendo hasta el último día". "No podemos cambiar las cartas que nos han dado, sólo decidir cómo jugar con ellas". "Lo más curioso de todo es que no estoy deprimido. Tampoco niego la enfermedad, puedo garantizar de que tengo la plena certeza de lo que va a pasar"
Ahora solo piensa en grabar videos para sus hijos y retirarse a morir placidamente en la playa.

He colgado dos videos, el original completo de más de una hora en Universidad Carnegie Mellon y otro de diez minutos, resumiendo el primero, que grabó en el programa de Oprah. El único problema es que está en inglés aunque navegando he encontrado este que está subtitulado en italiano. (lo siento pero no hay nada en español).

Preparar los cleanex.











lunes, 17 de marzo de 2008

Rutas

De una manera un poco fraudulenta el otro día pude videar la película "Hacia rutas salvajes".

Narra las vivencias de Christopher a lo largo de un camino, su camino.

No descubre nada que no sepamos, pero parece que nos recuerda algunas sensaciones que quizás no estaría mal desempolvar, que cada uno elija la/s suya/s.

Entiendo que disponemos de un tiempo, de unas cualidades propias, otras adquiridas, y de un entorno. Además tenemos la posibilidad de elegir. Si se sabe lo que se quiere (siendo consecuente) parece que la ecuación queda completa.

¿Realmente sabemos lo que queremos?


domingo, 16 de marzo de 2008

viernes, 14 de marzo de 2008

Lo que los niños ven, es lo que hacen.

Esta campaña publicitaria australiana de "children see children do" ganó un león de oro en el festival de publicidad de Cannes el pasado verano. Me gusta mucho por la importancia que tiene la educación en la infancia. Ya publicamos un post hace unas semanas al respecto de este tema de la impotancia de la autoestima en la niñez.


miércoles, 12 de marzo de 2008

¿Se puede medir la química con tu pareja?

A colación con el post anterior de 23andMe he descubierto otra “joya” en la red.

Muchas veces descubrimos personas con las que hay una atracción especial que no sabemos bien de donde viene. Es lo que comúnmente denominamos “química”. Pero, ¿Se puede medir esa química?

En el blog de “Negocios poco comunes que funcionan” resaltan una web donde puedes encontrar pareja gracias a esa posible “química” con otros candidatos que tienen en su base de datos.

La forma de medir esa química es gracias a una muestra de tu ADN. La página en concreto se llama www.scientificmatch.com y los servicios cuestan $1995 dólares aunque gracias a una promoción especial desde febrero “solamente” vale la mitad, $995.
A diferencia de 23andMe solamente analizan el ADN de tu sistema inmunológico, no el completo. Y por otro lado garantizan que una vez que obtienen tus resultados tu muestra de ADN es destruida.

Anuncian que con este tipo de parejas las posibilidades de fertilidad son mayores, la vida sexual es mejor y que los hijos serán más sanos y con un sistema inmunológico más reforzado.

Particularmente creo que es necesario ver, oler y sentir frente a ti a una persona para sentir ese “chispazo” pero hoy en día ya no me atrevo a realizar una valoración de un negocio como este.

lunes, 10 de marzo de 2008

23andMe, descubre tu ADN

Hace meses leía como Linda Avey, mujer de uno de los fundadores de Google, Sergey Brin, desarrollaba un nuevo proyecto llamado 23andMe. Esta web te permite hacer un estudio de tu ADN.

Cuando lo leí me dió bastante respeto por el hecho de que un gigante como Google tuviera acceso a los ADN de millones de personas.
El funcionamiento es sencillo. Pagas $1000 dólares y te mandan un kit a tu casa donde has de dejar una muestra de tu saliva, lo reenvías y semanas después recibes un correo con los resultados.

En dicho estudio puedes ver desde tus posibilidades a que tengas alguna enfermedad hasta ver donde se ubican tus ancestros pasados.
La idea global es crear una gigantesca base de datos de genes humanos para descubrir curaciones a enfermedades genéticas.

He decidido escribir este post porque hoy he descubierto que un usuario ha hecho públicos sus resultados. En ellos se pueden ver como le anuncian decenas de características tales como que es propenso a tener dolores lumbares, que sus ojos son marrones, que sus posibilidades de tener un cancer de próstata son bajas y que no tiene el gen que te enrojece la cara cuando bebes alcohol. :-)
Respecto a sus ancestros le comunican que por parte di su padre vienen los genes de Europa y le dan mucha más información respecto a la tipología de sus antepasados.

Creo que puede ser interesante el hecho de saber qué dice de nosotros mismos nuestro código genético pero particularmente soy una persona que atribuye la mayoría de las enfermedades a cuestiones psicosomáticas con lo que no me gusta mucho la aplicación. Da miedo porque dentro de unos años parece que antes de nacer y con un simple pinchazo seran capaces de anunciarnos nuestra complexión física y que enfermedades vamos a desarrollar... Gattaca...

¿Dónde va a estar el encanto de la vida?

viernes, 7 de marzo de 2008

¿Qué es la realidad?

¿Qué es la realidad?... vaya preguntita...

Este video con cierta perspectiva de la película matrix trata de dar una respuesta.
En un principio me pareció de corte físicocuántico pero al final acaba hablando de la kabbalah.
Un vez me estudiaron la kabbalah y me pareció asombroso pero esto dá para otro post...

martes, 4 de marzo de 2008

30 días para el éxito


Uno de mis blogs favoritos es el de Steve Pavlina. Es problablemente uno de los más potentes blogs de desarrollo personal de lengua inglesa.
Uno de sus post más visitados es el de “Treinta días para el éxito”. En el da una serie de modificaciones de pautas de comportamiento a realizar durante un mes.

Yo lo veo como quien empieza el año haciendo un listado de nuevos propósitos pero en este caso a corto plazo (con lo que la posibilidad de éxito es mayor).
Dentro de las opciones que da para cumplir en estos treinta días están:

  • No ver TV (Grabar tus series favoritas para cuando acabe el mes).
  • Conocer a alguien nuevo cada día (Tratando de empezar conversaciones con algún extraño).
  • Salir todas las noches (Salir no implica gastar mucho dinero).
  • Emplear 30 minutos todos los días a limpiar tu casa.
  • Dejar algún vicio (Tabaco, coca-cola, alcohol, café…).
  • Meditar todos los días.
  • Hacer ejercicio cada día. (Una caminata es una opción).
  • Leer una hora al día.
  • Hacer una llamada de teléfono cada día a una persona distinta de tu familia o red de contactos.

Yo añadiría ver todas las semanas una película en versión original y también hacer todos los días algo novedoso. Como buen fan de la Sincronicidad de Jung creo que las casualidades no existen y que el hacer cosas nuevas todos los días puede favorecer el atraer nuevas circunstancias a nuestras vidas. (Modificar el camino de vuelta a casa del trabajo es un ejemplo de cómo hacer algo nuevo cada día.)

Se dice que aquellas conductas que se realizan durante más de 21 días consecutivos se convierten en rutina. No se si esto es del todo cierto pero me parece que del listado se puede obtener alguna propuesta interesante. En fin, ahí está el post, cada uno lo que le pida el cuerpo…

domingo, 2 de marzo de 2008